Las ciencias sociales y las humanidades tienen una habilidad particular para develar las omisiones provocadas por la transición de la tradición a la modernidad. Tienen la capacidad de revelar identidades, interacciones, sentimientos y formas de interrelación con el Otro y con el entorno. En ese sentido, el arte ha sido determinante en la comunicación de los movimientos sociales, en la lucha y en la defensa de las causas sociales, políticas y culturales, así como una herramienta utilizada en el presente para narrar el pasado e imaginar el futuro.  El  arte ha sido uno de los elementos responsables de la unión entre la natureza y el individuo, más concretamente con la mujer (Oliveira & Guerra, 2022). Aquí reside el foco de este dossier: entender en qué medida las artes, los feminismos y la naturaleza se entrecruzan y relacionan en un contexto integral de interacciones y flujos provocados por la velocidad de la modernidad tardía.

Considerando el cruce entre arte, feminismos y naturaleza, es importante mencionar que este dossier  se enfoca en la importancia de las eco-estéticas que han surgido en diversas áreas geopolíticas y que normalmente son descartadas por el eurocentrismo (Demos, 2013). La ecoestética nos lleva a cuestionar cómo los movimientos sociales, como el feminismo, pueden contribuir a fomentar una imaginación ecológica; nos llevan a comprender el poder del arte para cuestionar las dicotomías que distancian y/o unen el Norte y el Sur global (Guerra, 2021; Guerra et al., 2018). Así, nos interesa promover líneas de de debate que respondan a, o reflejen, la financiarización de la naturaleza, derivada de la globalización neoliberal. Además buscamos comprender el modo en que la mujer – en tanto sujeto activo – puede valerse de la naturaleza para poner fin a su dominación y explotación. Sin embargo, es importante tomar nota de los enfoques transversales inherentes al paradigma ético/estético de Guattari, ya que este insistía en que las ecologías -y el feminismo, añadimos- sean pensadas a través de registros subjetivos, sociales y ambientales (Demos, 2013).

Kim (2016) observa que vivimos en un mundo poscolonial en el que reconocer  la realidad implica comprender el contexto. Entonces, para entender en el presente la conexión entre la mujer y la naturaleza –y el surgimiento del arte en este ámbito– debemos volver al pasado, es decir, volver a Gaia o a la Diosa Madre del Paleolítico y Neolítico, enfatizando el concepto de hibridez, en cuanto se refiere a las formas de entender las experiencias poscoloniales. Es decir, que alude a las ideas que forman una mirada histórica, existencial, cultural y económica (Guerra et al., 2021), dando lugar a otras formas de ser y estar, así como nuevos significados, lenguajes y expresiones (McRobbie, 2009). Pensando en el feminismo de segunda ola, las teologías feministas han alentado la producción de una variedad de discursos y críticas al patriarcado y al androcentrismo, poniendo énfasis en el cuerpo y las experiencias de las mujeres y su devenir femenino (Quiñones-Otal, 2018). Sin embargo, lo que nos parece evidente es que las experiencias de las mujeres y sus cuerpos estaban ligados miradas unilaterales y eurocéntricas, dejando fuera de la ecuación a la naturaleza. ¿Cómo se posiciona el cuerpo femenino en la Tierra?  ¿y en el cosmos? ¿Se posicionará en una lógica de destrucción o de (re)construcción ecológica? Estos son apsectos cruciales en la actualidad, principalmente ante el advenimiento de las teorias poscoloniales o decoloniales. Estos tipos de pensamiento propnen discusiones en torno a nuestra  interconectividad y entrelazamiento en comunidades de convivencia, que, consecuentemente, pueden ser propias de diferentes espacios y tiempos (Segato, 2005). 

Por ello, con este dossier pretendemos poner en perspectiva las formas en que estos hechos han sido superados, teniendo como trasfondo el arte como principal herramienta de expresión, comunicación y afirmación del papel de la mujer en la naturaleza. Invitamos a enviar propuestas que se enmarquen dentro de los siguientes temas, que se mencionan a continuación:

1. Eco-estéticas, biopolíticas y artivismos: intersecciones, distanciamientos y opresiones en la contemporaneidad.
   
   
2. Naturaleza, ecología, movimentos sociales y el rol de la mujer: nuevas lógicas comunicacionales y  discursos emergentes centrados en las perspectivas de género y las estéticas feministas.
   
   
3. La decolonización de las ciencias sociales, discursos poscoloniales y nuevas perspectivas sobre el mundo, la ecología y el feminismo.
   
   
4. Los movimentos migratorios, la naturaleza y las expresion(es) artística(s) como punto de contacto. Las artes como agentes mediadores de la simbiosis mujer/naturaleza.
   
   
5. Artivismo ambiental, lucha anticapitalistas, publicaciones independientes, fanzines y culturas underground como renovadas formas contestatarias y de lucha contra la violencia.
   
   
6. Nuevos movimentos sociales, feminismos, estéticas y práticas artísticas como formas de lucha y resistencia:  el lugar del cine y el video; el cuerpo y las practicas performativas en la construcción de nuevas miradas.
   
   
7. Eco-sensibilidades, eco-estratégias y eco-práticas artísticas de combate contra la dominación patriarcal, la financiarización de la natureza, la destrucción del planeta y la opresión de las mujeres.