Juan Carlos Baeza Soto

La Palette du ciel dans l’art baroque ibéro-américain. Colonisation de l’esprit et iconophilie chrétienne dans le Nouveau Monde

ÉPURE-Éditions et presses universitaires de Reims, 2021, 277 páginas. ISBN 978-2-37469-139-2

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Francisco Mamani-Fuentes

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Doctor en Historia y Teoría de las Artes por la École Normale Supérieure/Université Paris Sciences et Lettres (ENS-PSL) y por la Universidad de Granada (UGR). Es investigador asociado del Centro de Estudios Históricos de la Universidad Bernardo O’Higgins en Chile (CEH-UBO). Sus investigaciones se centran en la Arquitectura y en la Construcción en el Virreinato del Perú, poniendo especial énfasis en la labor de los carpinteros y en los usos de la madera. Recibió la beca “Slicher van Bath de Jong Foundation” para su proyecto sobre los oficios de la construcción en el Sur Andino Colonial.





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Francisco Mamani Fuentes, “Juan Carlos Baeza Soto, La Palette du ciel dans l’art baroque ibéro-américain. Colonisation de l’esprit et iconophilie chrétienne dans le Nouveau Monde, ÉPURE-Éditions et presses universitaires de Reims, 2021, 277 páginas. ISBN 978-2-37469-139-2”. En Caiana. Revista de Historia del Arte y Cultura Visual del Centro Argentino de Investigadores de Arte (CAIA). N° 21 | Año 2022.

En 1959, el argentino Damián Bayón publicó el artículo «Un campo de estudio prácticamente ignorado: el arte y la arquitectura en la América española» en la reconocida revista francesa Annales.[1] Esta publicación tuvo por objetivo presentar e incentivar el estudio de una arquitectura poco conocida en el medio académico francés. Sin embargo, este llamado no tuvo el efecto esperado, pues tanto la arquitectura como el arte americano del periodo colonial continuaron siendo un área marginal en el americanismo francés. La falta de acceso a investigaciones sobre estos temas –la mayoría escritas en castellano– fue revertida en la década 1990 cuando numerosos trabajos de Teresa Gisbert, José de Mesa, Ramón Gutiérrez o del mismo Damián Bayón fueron traducidos al francés. Junto a esta difusión de la producción académica americana, el patrimonio artístico fue presentado en diferentes ciudades francesas a través de exposiciones que se han ido sucediendo paulatinamente desde la última década del siglo XX hasta hoy.[2] No podemos dejar de mencionar el inmenso aporte que desde los estudios históricos ha realizado la escuela formada alrededor de Serge Gruzinski y Carmen Bernard, quienes se han servido de las manifestaciones artísticas para explicar la figura de los agentes mediadores o passeurs, así como las circulaciones y conexiones entre el espacio ibero-americano y lo global durante la primera modernidad.

A pesar de estos avances significativos del americanismo francés, las investigaciones con teorías y metodologías propias de la historia del arte y de la historia de la arquitectura continúan siendo limitadas. Por esta razón, la publicación de Juan Carlos Baeza Soto[3] viene a cubrir una necesidad historiográfica, a través de una síntesis temática y de una reflexión teórica basada en la historia cultural de la imagen y de las emociones. Mediante una lectura de las expresiones artísticas, el autor analiza la conquista espiritual de la América española como una búsqueda constante por la comprensión y el control del otro –el indígena– a través de la lengua, las costumbres, la relación con las imágenes y el cuerpo. Para ello hace una revisión de los patrones o modelos artísticos que se consolidaron durante la época colonial, constatando en ellos la existencia de fisuras y contradicciones internas nacidas de diversos fenómenos de reformulación y de reapropiación cultural. A lo largo del libro, esta relación entre evangelizadores y pueblos indígenas es vista a través de numerosos estudios de caso atravesados por la problemática de la figuración y cómo esta tensiona la agencia y las experiencias de los sujetos coloniales, especialmente indígenas. Asimismo, el autor interpela al régimen colonial a través de una narrativa visual que busca imponer un principio de generalidad, una universalidad hispánica que se verá contestada por la existencia de artistas que comprenden la diversidad de lenguajes artísticos y que los usan en beneficio de una rebelión que se posiciona en contra de las formas de hacer arte durante el periodo colonial. Para ello, estos artistas han utilizado la imagen, el tiempo y la percepción como códigos estéticos para transmitir un mensaje dirigido a las emociones de quienes contemplaban sus obras, volviendo de esta manera las emociones como presencia de lo real.

El libro se divide en dos grandes secciones. La primera presenta la influencia directa de Europa en la producción artística americana. Así, a lo largo de tres capítulos –ricamente ilustrados– el autor revisa el rol de la Biblia y del pensamiento renacentista en la elaboración de una retórica eminentemente visual y dirigida a la conversión y posterior evangelización de los indígenas. Para ello, Baeza Soto recurre a los grabados de Valadés para explicar no solo los mensajes artísticos, sino que también para comprender a la arquitectura como espacio en el que se sitúa la dicotomía que enfrenta la imagen/presencia de las sociedades indígenas versus la imagen/representación propia del mundo occidental europeo. Bajo esta dicotomía, analiza las iglesias de San Francisco de Quito y de San Pedro de Andahuaylillas, el púlpito de la iglesia de San Blas en Cusco, y las cruces atriales novohispanas. Asimismo, estudia La misa de San Gregorio (1539) realizada con arte plumaria, los cristos hechos con pasta de maíz, las representaciones novohispanas de la Virgen de Guadalupe y las pinturas trifaciales de la Trinidad, para explicar el rol que la imagen tuvo como herramienta pedagógica para el control de las emociones.

La segunda parte del libro se concentra específicamente en la pintura andina producida en Cusco, Potosí y Quito. A través de tres capítulos se analiza lo que el autor llama Barroco colonial (1640-1700) (pp. 179 y 180), periodo que se caracteriza por una libertad artística expresada en una amalgama de lenguajes artísticos, la exuberancia de las formas y la presencia de conflictos visuales, tales como la humanización de la fe, la supervivencia de la cosmovisión andina, el cuerpo, la sexualidad y el sufrimiento. Para el autor estas manifestaciones artísticas son una respuesta local a “la insatisfacción espiritual y político indígena” (p. 144.). Luego hace una revisión de un extenso corpus visual, analizando las obras de Bernardo Bitti, Angélico Medoro, Mateo Pérez de Alesio, Andrés Sánchez Gallque, Diego Quispe Tito, Tadeo Escalante, entre otros. Asimismo, interpela otros soportes como los textiles, la escultura y la cerámica para responder a estas mismas cuestiones.

Baeza Soto propone una hipótesis que busca explicar la nueva forma de representar la relación del artista con la divinidad durante el Barroco colonial. Esta sería un reflejo del cambio en la psicología del momento en el que “el placer es un componente inmediato de la afectividad” (p. 222), ejemplificándolo en la producción de Bernardo de Legarde, como en su Santa Rosa de Lima o en su Inmaculada Apocalíptica; así como en las obras de Manuel Chili Caspicara y su taller.

En definitiva, este libro está dirigido a un público francés, posee un trasfondo teórico que subyace en el pensamiento filosófico del arte y de la arquitectura propio de la academia francesa, lo que puede resultar de interés para quienes estén interesados en conocer las respuestas que se dan a conceptos como el sincretismo, la mímesis o la fe perceptiva. Por otro lado, es importante resaltar que el título del libro hace referencia al mundo ibero-americano, pero el autor solo aborda las relaciones artísticas y arquitectónicas de la América española, dejando de lado Portugal y Brasil. De todas maneras, la pretensión totalizante del autor no disminuye su aporte, siendo un texto referente para quienes quieran conocer desde una mirada francesa el arte y la arquitectura del patrimonio colonial americano, respondiendo al fin al deseo de Damián Bayón.

 

Notas

[1] Damian Bayón, “Un domaine presque ignoré : l’Art architectural de l’Amérique espagnole”, Annales 14, 2 (1959): 269-96, https://doi.org/10.3406/ahess.1959.2816.

[2] Le retour des anges. Baroque des cimes en Bolivie (París, 1966), La Grâce baroque. Chefs-d’œuvre de l’École de Quito (Nantes/París, 1999-2000), Le Bois des missions. Sculptures baroques du Paraguay (Sarrebourg/Mans/Lyon, 2007), Le Mexique au Louvre, chefs-d’œuvre de la Nouvelle Espagne, XVIIe-XVIIIe siècles (París, 2013) y L’Inca & le conquistador (París, 2015).

[3] Profesor en estudios hispánicos e hispano-americanos en la Universidad CY Cergy Paris. En 2020, recibió la habilitación para dirigir investigaciones por la Universidad de Burdeos con su investigación inédita: Image, pensée et existence : norme iconique, langage et représentation dans le monde hispanique (poésie et arts).