Pablo García Martínez

Un largo puente de papel: cultura impresa y humanismo antifascista en el exilio de Luís Seoane (1936-1959)

Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Colección Arte y Artistas, 2021, 257 páginas, ISBN 978-84-00-10785-7

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Alfonsina Leranoz

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Licenciada en Artes por la Universidad de Buenos Aires. Actualmente es becaria doctoral CONICET y realiza el Doctorado en Historia en cotutela entre la Universidad Nacional de San Martín (IDAES-UNSAM) y la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) bajo la dirección de la Dra. Silvia Dolinko (UNSAM) y el Dr. Óscar Álvarez Gila (UPV/EHU). Es miembro del Centro de Investigaciones en Arte y Patrimonio - CIAP (CONICET - EAyP / UNSAM) y del Grupo de investigación consolidado del Sistema Universitario Vasco “País Vasco, Europa y América: Vínculos y Relaciones Atlánticas”.





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Alfonsina Leranoz; “Pablo García Martínez, Un largo puente de papel: cultura impresa y humanismo antifascista en el exilio de Luís Seoane (1936-1959), Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Colección Arte y Artistas, 2021, 257 páginas, ISBN 978-84-00-10785-7”, en Caiana. Revista de Historia del Arte y Cultura Visual del Centro Argentino de Investigadores de Arte (CAIA). N° 20 | segundo semestre 2022.

Un largo puente de papel es el resultado de la investigación que condujo a la tesis doctoral defendida por Pablo García Martínez en 2018 en la City University of New York (CUNY).[1] En un estimulante ejercicio de historia intelectual, García Martínez analiza en esta publicación el que considera un papel necesario desempeñado por la cultura impresa como artefacto cultural y espacio de encuentro de la diáspora antifascista en Argentina. El texto presenta la necesidad de este vínculo a partir del estudio de las dos primeras décadas del exilio del argentino-gallego Luis Seoane en Buenos Aires, en las que las revistas funcionaron como espacios para la experimentación formal y el debate teórico, tendiendo puentes transatlánticos. A partir de la identificación de nudos dentro de la trayectoria de Seoane durante el período que comprende desde 1936 a 1959, se indaga un ciclo que comienza con el antifascismo de las revistas Unidad. Por la defensa de la cultura (1936-1939) y De Mar a Mar (1942-1943), transita por la revista Ver y Estimar (1948-1955) y finaliza con Galicia Emigrante (1954-1959), el proyecto más personal de Seoane.

Estas revistas constituyen la fuente primordial de la investigación y son sometidas a un intenso análisis que considera su contenido textual y, aunque en menor medida, el visual. Del mismo modo, el autor profundiza en las huellas materiales de estas publicaciones, considerando su precio, formato, diseño, paginado, tipo de papel y anuncios publicitarios; lo que le permite formular hipótesis sobre el lector imaginado por las revistas. Pero, además, el análisis de estas fuentes se vincula con otras, entre las que destacan libros de diferentes géneros literarios, textos de emisiones radiales y la extensa correspondencia personal de Seoane, que dan cuenta de la diversidad de archivos consultados en Buenos Aires, Nueva York y Galicia.[2] Asimismo, la investigación construye un marco teórico con un enfoque multidisciplinar que responde a las necesidades de un objeto con una especificidad múltiple, como son los exilios, y un sujeto polifacético, como fue el artista, diseñador, editor, periodista, escritor, intelectual y político, Luis Seoane. De este modo, García Martínez pone en juego herramientas metodológicas y conceptuales de la historia intelectual, la historia cultural, los estudios culturales, la sociología de la cultura y el análisis literario. Entre ellas, se destacan las conceptualizaciones de Enzo Traverso y Mari Paz Balibrea sobre el exilio, la sociología de los campos de Pierre Bourdieu y los estudios de Raymond Williams sobre modernismo y cultura impresa.

El libro se estructura en tres partes. Cada una está subdividida en tres capítulos precedidos por una introducción que presenta una contextualización socio-histórica y cultural fundamentada en una extensa y heterogénea bibliografía que hace especial énfasis en las posiciones que los principales agentes ocupaban en esos contextos. La primera parte del libro, titulada “Encuentros de la cultura antifascista”, comienza con el regreso de Seoane a Buenos Aires, en 1936, y su inserción en la plural red del antifascismo porteño a través de sus revistas. El recorrido inicia con la publicación del álbum Trece estampas de la traición (1937), cuya repercusión en revistas a ambos lados del Atlántico daba continuidad al “viñetismo expresionista de tono ácido” (p. 45) influido por George Grosz y la Neue Sachlichkeit, que tenía su antecedente en las ilustraciones satíricas para publicaciones gallegas. Simultáneamente, indaga sobre la búsqueda de una “plástica revolucionaria” por el antifascismo argentino, en la publicación Unidad. Por la defensa de la cultura. A continuación, se analiza en la revista De Mar a Mar (1942-1943) el modo en que esa variopinta intelectualidad antifascista argentina reivindicó el mundo clásico y los valores humanistas como fundamento sobre los que edificar la nueva humanidad en un presente histórico hostil, al tiempo que apelaba al canon de belleza clásica como escenario para la exaltación de la virtud humana. Su máximo exponente García Martínez lo identifica en el álbum Homenaje a la torre de Hércules (1944) que representó a la Argentina en la exposición “International Book Illustration, 1935-1945” de la Pierpont Morgan Library and Museum de Nueva York.

La segunda parte del libro, “Modernidades divergentes”, se enmarca en el momento de escisión del antifascismo que acompañó la reconfiguración del panorama político ocasionada por la Guerra Fría. A partir de una sugestiva estrategia de contrapunto, García Martínez examina la obra de Seoane a la luz de su recepción y el posicionamiento sobre determinada concepción del arte moderno en la revista Ver y Estimar (1948-1955), dirigida por un antiguo colega en el antifascismo porteño, Jorge Romero Brest. De este modo, el autor, retomando los estudios de Andrea Giunta sobre Romero Brest, presenta la metodología y marco conceptual de la revista basados en el análisis formal y un discurso de defensa de la abstracción geométrica que pretendía ser modelo universal para un nuevo arte argentino, en rechazo a la política artística del primer Gobierno peronista. Por contraposición, propone la que considera una modernidad heterodoxa de Seaone, a la que denomina “dislocada”, caracterizada por tres elementos fundamentales: la defensa de un humanismo heredero del pensamiento antifascista de preguerra; la recuperación de tradiciones de la cultura popular gallega, que pone en diálogo con técnicas artísticas modernas – sobre todo en sus murales y grabados; y el recurso a la memoria como espacio de experiencia de lo local, en su concepción de un arte emanado de la emoción desde la lejanía del exilio. Esta última representa la principal oposición a la concepción de un arte producto del intelecto propuesta desde Ver y Estimar que, al mismo tiempo, daba cuenta de la dislocación o desalojo de la historia que vivían los exiliados de los fascismos europeos y que el autor lee en la propuesta artística de Seoane como “una negación de la propia condición de posguerra” (p. 153).

La tercera y última parte del libro busca reconstruir el mapa transatlántico del galleguismo político durante los años cincuenta. Fundamentalmente, a partir de la disputa por la hegemonía sobre la concepción de la identidad gallega entre antiguos militantes del Partido Galeguista que habían fundado la editorial Galaxia en Vigo en 1950, y un grupo de exiliados y emigrantes articulados en torno a la revista Galicia Emigrante (1954-1959) bajo la dirección de Seoane. De acuerdo con García Martínez, dentro de esta divergencia, los intelectuales de Galaxia apostaron por un proyecto cultural elitista, basado en una cultura libresca y la “filosofía de saudade” con tintes heideggerianos. Por el contrario, la gente de Galicia Emigrante, defendió la construcción de una cultura nacional gallega formulada al hilo de las influencias gramscianas en ciertos ámbitos de la izquierda argentina, y orientada a articular una comunidad política “desde abajo” entre la colectividad gallega asentada en Buenos Aires y sus descendientes. Esta parte del análisis focaliza casi exclusivamente en los aspectos literarios y el autor propone pensar la literatura publicada en las páginas de Galicia Emigrante como un folletín orientado a una audiencia plural y capaz de conectar con los intereses de un lector no erudito, a partir de una acción pedagógica que fomentó un lenguaje y temáticas que alimentaran la imaginación del lector sobre su lugar de origen, impulsando el hábito del consumo literario.

Finalmente, en el año 1959, con el fin de Galicia Emigrante, concluye una fase en la trayectoria de Luis Seoane de intenso vínculo con la gráfica antifascista y de ruptura de los puentes de papel que intentó trazar desde Buenos Aires durante más de dos décadas. Desde entonces, esos sujetos incómodos que fueron los exiliados tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, vivieron –para García Martínez– un segundo exilio que, en la producción literaria de Seoane, se manifestó en una tensión entre utopías para la transformación de la sociedad y la cultura gallega, y el desánimo como sujeto expulsado de la historia, desplegando estrategias memorialistas que asimila rasgos del mesianismo judío.

De este modo, Un largo puente de papel propone una nueva aproximación al estudio de la obra y pensamiento de Seoane a partir de la articulación ineludible entre exilio, antifascismo y cultura impresa. Mediante una narración sugestiva y con una escritura clara y fluida, García Martínez nos devela la compleja trama transatlántica de las redes artísticas y políticas vinculadas por la cultura impresa moderna, ahondando en su materialidad, al tiempo que recupera propuestas y polémicas invisibilizadas tras la categoría de “posguerra”. Asimismo, este libro realiza un valioso aporte al estudio del exilio republicano en general, y al gallego en particular, destacando el rol de la diáspora gallega en la formulación de una identidad, cultura y arte con proyección transnacional.

 

Notas

[1] García Martínez es actualmente profesor e investigador de literatura gallega de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y co-curador, junto a Silvia Dolinko, de la exposición Materiales Seoane. Entre Galicia y Argentina, que puede visitarse desde el 20 de julio a fines de noviembre de 2022 en el Museo Larreta de Buenos Aires.

[2] Dicha correspondencia pertenece al Fondo Fundación Luis Seoane, abierto a la consulta digital bajo el Proyecto Epístola.