Nadia Mariana Consiglieri
El dragón de lo imaginado a lo real. Su simbolismo y operatividad visual en la miniatura cristiana de la Plena Edad Media hispánica
Miño y Dávila Editores, 2020, 262 páginas, ISBN 978-84-18095-52-8
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> autores
Natalia Figueiras Pimentel
Investigadora-Tesista doctoral (Univ. Complutense de Madrid), Docente (Univ. Popular de Ourense), Historiadora del Arte (Univ. Santiago de Compostela), Conservadora-Restauradora de Patrimonio Histórico-Artístico (Univ. Politécnica de Valencia), Técnico Superior en Artes Plásticas y Diseño (EASD Antonio Failde). Especialista en Caracterización, Análisis Multiespectral, Laboratorio y Arqueometría de Obras de Arte y Comisaria de Exposiciones. Fundadora y directora del único Centro Técnico de Conservación y Restauración de Patrimonio de Galicia, el CTSM (Centro Técnico San Martín) en el Obispado de Ourense (Fundación Santa María Nai). Dirige el Laboratorio de Análisis de Obras de Arte: Ágora. Arte & Patrimonio. Miembro del patronato y Vicepresidenta del Comité Científico de la Fundación Moreiras San Pedro de Rocas, para la investigación de la arquitectura y patrimonio rupestre.
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Natalia Figueiras Pimentel; “Nadia Mariana Consiglieri, El dragón de lo imaginado a lo real. Su simbolismo y operatividad visual en la miniatura cristiana de la Plena Edad Media hispánica, Miño y Dávila Editores, 2020, 262 páginas, ISBN 978-84-18095-52-8”. En Caiana. Revista de Historia del Arte y Cultura Visual del Centro Argentino de Investigadores de Arte (CAIA). N° 18 | primer semestre 2021.
Estamos ante una obra científica fruto de la intensa y extensa investigación que la Doctora en Historia y Teoría de las Artes, Nadia Consiglieri, realiza para virtud de la Historia del Arte Medieval. El tema abordado se encuentra referenciado en fuentes de la historiografía de manera puntual, generalista o subsidiaria, sin la concreción que ahora la autora dispone, atendiendo a la figura del dragón de manera exhaustiva en los códices miniados plenomedievales hispanos.
Consiglieri va más allá del análisis bibliográfico de las fuentes secundarias y nos adentra en las representaciones, tipologías, contextos, significados, funciones y otros aspectos. Nos conduce a través de un método en su lectura, paralelo a la fase de su investigación de las fuentes primarias, donde su ojo especialista y analista, siguiendo el sistema de la imagen como fuente del padre de la Iconología Aby Warburg, escruta en detalle el comportamiento morfológico, plástico, semántico, simbólico, alegórico, pedagógico, doctrinal, exegético, antropológico, material, histórico, evolutivo, artístico, textual y objetual de las múltiples representaciones del dragón. Dichas fuentes consultadas en archivos y bibliotecas de Inglaterra, Francia, Italia, Portugal y España despertaron el interés de la autora y hoy el lector puede adentrarse en el mundo del dragón y su representación en los códices plenomedievales hispanos, desde la combinación del análisis descriptivo, narrativo y rigor científico de un tema complejo y amplio, da como resultado una obra fluida en su lectura y precisa en su contenido.
Como especialista en fauna apocalíptica en los Beatos (producto de su tesis doctoral) y en los aspectos derivados del conocimiento material de los objetos artísticos por su formación en artes visuales, la autora se aproxima además a la materialidad de las formas dragontinas y su contexto como soporte, espacios y métodos de producción desde una perspectiva global. No sólo del que observa una iconografía determinada con estilos clasificatorios desde un enfoque histórico, sino también desde la visión del artífice miniaturista que crea las variantes morfológicas y maneja las técnicas, así como desde el punto de vista del origen y desarrollo de la construcción de un amplio repertorio figurativo, que hunde sus raíces en las primeras civilizaciones, hasta evolucionar e interpretar esta tradición milenaria a través del cristianismo en la Plena Edad Media, donde el dragón adquiere el sentido dramático de ser diabólico y representación del mal desde un punto de vista teológico-demonológico. La obra evidencia el conocimiento exhaustivo que la autora posee sobre las representaciones zoomorfas en los manuscritos medievales, especialmente en los códices iluminados de los siglos X al XIII, fuentes y soportes que generan el contexto productivo del objeto de estudio. De entre estos animales fantásticos, reales o híbridos, Consiglieri pone la atención en el dragón, que no sólo trabaja en este libro, sino que, además, investiga en relación con la iconografía del arcángel san Miguel y otros santos representados en la pintura hispano-medieval de entre los siglos XIII y XV. La figura del dragón va a ser reiteradamente representada en estas fuentes escritas al servicio de la lectio, la oración y la práctica litúrgica: como los comentarios al libro del Apocalipsis (Beatos), leccionarios, antifonarios, salterios, homiliarios, martirologios, biblias, breviarios y códices hagiográficos, o en otro tipo de soportes como pintura mural y sobre tabla, musivaria, esmaltes, escultura, arquitectura y orfebrería.
Consiglieri analiza la producción de estos códices miniados de gran repertorio zoomorfo, producidos en los scriptoria de los monasterios hispanocristianos, primero en su fase románica, centrando la atención en el dragón que es el más representado junto al león, segundo bajo la corriente artística europea internacional denominada Estilo 1200, que dará lugar a la creación de nuevos diseños de mayor impacto visual, transformando el amplio repertorio iconográfico que le precede, a través de una nueva interpretación de la fauna a la manera de los bestiarios, como la propia autora indica, desde una “perspectiva más aristotélica y empírica” (p. 21). Para la autora, el Estilo 1200 es el factor esencial que genera el cambio en las variantes dragontinas, fruto de los nuevos sistemas de iluminación pictórica y la “maleabilidad y ductilidad de las formas corpóreas de estas criaturas zoomorfas” (pp. 22-23), dando como resultado un código de representación diferente y variaciones gráficas plásticas y ricas, con cierto preciosismo, siempre en relación con el texto, su contenido y la cadencia de la lectura.
El corpus de la obra se estructura en tres grandes bloques, desde una visión metódica y analítica en el contexto histórico-artístico de producción hasta una exposición evolutiva en el repertorio, código y morfología. Consiglieri nos presenta en primer lugar los scriptoria, centros de producción de códices en los reinos medievales hispanos de entre los siglos XII y XIII empleando cartografía georreferenciada. Aborda históricamente una visión política-territorial, a través esencialmente de los reinos y reinados de León, Castilla, Navarra y Aragón. Contexto que relaciona además con las órdenes monásticas, la expansión y asentamiento de la orden benedictina, Cluny, la orden del Císter y la creciente relevancia del Camino de Santiago en su conexión con otros reinos europeos. Nos conduce a través de estos scriptoria, en su primer período de mayor tradición románica hispánica, hasta producirse el cambio artístico substancial con la entrada de las corrientes europeas referidas. Miniaturistas y amanuenses son los encargados de dar forma y contenido a los códices en lo textual (caligrafía) y en lo representativo a través de la pintura (iluminaciones), en los más importantes scriptoria monásticos y catedralicios. Consiglieri nos traslada a cada uno de estos scriptorium: monasterio de san Isidoro (reino de León), de santo Domingo de Silos, san Millán de la Cogolla, san Pedro de Cardeña (reino de Castilla), san Cugat, santa María de Poblet, santa María de Ripoll, entre otros, y scriptorium de catedrales como Toledo, Girona, Vich, Barcelona y Urgell (Castilla, condados catalanes, Corona de Aragón).
En un segundo capítulo, la autora desgrana con precisión los paralelos precedentes de la figura del dragón, desde el Próximo Oriente, hasta por Grecia, Roma y posteriormente Bizancio y la influencia carolingia. En su tercer y último capítulo, presenta el resultado de su investigación mediante obras seleccionadas y representativas de gran variedad tipológica y morfológica, con sus múltiples acepciones, significados, ubicaciones, formas y repertorios. La clasificación que Consiglieri establece permite un ordenamiento, no sólo de la figura del dragón en relación con el espacio textual, sino también en base al significado que ésta establece con el contenido y a la tipología zoomorfa híbrida entre el dragón y otros animales, como serpientes, pájaros, arpías, etc. Las múltiples y variadas formas de representar a este ser demoníaco, se ilustran en dibujos monocromáticos aislados, que permiten poner la atención en su diseño, a modo de catálogo ilustrado razonado. Miniaturas principales e imágenes secundarias y paratextuales (letras capitales o iniciales, indicadores de lectura o calderones marginales), son el objeto de estudio de esta última parte, que se complementa con una breve selección de ejemplos pictóricos sobre soportes bidimensionales en pintura mural y pintura sobre tabla, a modo de paralelos.