James Oles (ed.)

Art_Latin_America: Against the Survey

Davis Museum-Wellesley College, Massachusetts, 2019 [Catálogo]

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Lynda Klich

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Lynda Klich es profesora asistente en el Departamento de Arte e Historia del Arte en el Hunter College, CUNY donde enseña clases de arte latinoamericano desde el período colonial hasta el presente. Su libro The Noisemakers: Estridentismo, Vanguardism, and Social Action in Postrevolutionary Mexico (1921-1927) fue publicado por la University of California Press en 2018 y recibió la University of Maryland/Phillips Collection Book Prize. Klich es curadora de la colección de postales Leonard A. Lauder y ha colaborado con varias publicaciones sobre este tema, incluyendo The Postcard Age (MFA Boston, 2012) y The Propaganda Front: Postcards from the Era of World Wars (MFA Publications, 2017).





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Lynda Klich, “James Oles (ed.), Art_Latin_America: Against the Survey, Davis Museum-Wellesley College, Massachusetts, 2019, 255 páginas, ISBN 9781477319093 [Catálogo]”, caiana. Revista de Historia del Arte y Cultura Visual del Centro Argentino de Investigadores de Arte (CAIA). No 15 | segundo semestre 2019.

Art_Latin_America: Against the Survey, exhibición realizada en el Davis Museum del Wellesley College, Massachusetts, entre el 7 de febrero y el 9 de junio de 2019, fue una exposición con grandes ambiciones en una institución comparativamente pequeña de los Estados Unidos. El catálogo que acompaña la muestra logra participar conscientemente en el diálogo académico entre los especialistas del campo sobre la naturaleza del «arte latinoamericano». En este sentido, la muestra y el catálogo comparten como objetivo sugerir un marco para presentar este diverso campo a nuevas audiencias. Como resultado, el curador James Oles, quien editó el catálogo y escribió gran parte de él, refuerza el poder que el arte de esta región -de características tan diversas- tiene en el mundo global del siglo XXI y, lo que es aún más importante, ilumina el papel central que puede desempeñar el arte en la educación de los ciudadanos.

En su introducción, Oles esboza la historiografía de lo que los académicos e instituciones en los Estados Unidos definen como «arte latinoamericano». Traza el derrotero de la creación del canon desde los primeros días hasta la actualidad, haciendo hincapié en el carácter político y orientado al mercado que tuvo este desarrollo. Al hacerlo, el autor reconoce la problemática que conlleva la construcción de un todo desde una perspectiva parcial, centrada en los Estados Unidos (en comparación con los enfoques nacionalistas o regionalistas desarrollados dentro de la propia región). Sin embargo, también expone claramente los beneficios de un modelo transnacional que permite comprender objetivos y preocupaciones comunes entre esta amplia gama de producciones artísticas (señalando a coleccionistas e instituciones de la propia región, como el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires y la Colección FEMSA de Monterrey, que también asumen una perspectiva amplia).

La contribución de Oles a este diálogo sobre el campo del arte latinoamericano emerge en el modelo curatorial temático, replicado en la estructura del libro, que utilizó para exhibir una colección institucional que se ha ido desarrollando en los últimos veinte años. La selección estuvo compuesta por más de ciento cincuenta obras de noventa y nueve artistas que provienen de once países americanos (más algunos europeos) e incluye artistas viajeros y latinxs en los EE. UU -repetidamente Oles ha enfatizado en su concepción del campo la inclusión de artistas latinxs en el marco del Arte Latinoamericano. A su vez, la exposición se agrupó en torno a ocho temas: “Identidad y territorio”, “Guerra y pérdida”, “Protesta y propaganda”, “Agricultores y trabajadores”, “Rural y urbano”, “Santos y rituales”, “Modelos y madres” y “Gestos y geometría”. Los ensayos introductorios a cada uno de estos ejes son breves y contienen textos sobre obras particulares, o grupos de obras, que representan tanto los puntos de vista más recientes como las diversas formas de ver este complejo campo, agregando matices a las categorías curatoriales más amplias. Para estos textos, Oles contó con la colaboración de especialistas en el campo del arte latinoamericano, tanto figuras de renombre como investigadores emergentes, incluidos varios alumnos de Wellesley.

De esta forma, Oles reconoce a sus predecesores, como Edward J. Sullivan y Mari Carmen Ramírez y, al mismo tiempo, se alinea con los esfuerzos más recientes que consideran el modelo de red como un medio para superar los simplistas estereotipos binarios como norte-sur, este-oeste, centro-periferia, entre otros. De esta manera, sitúa al arte latinoamericano dentro de «complicadas redes y constelaciones que se expanden, pero también remodelan, e incluso deforman, el canon modernista» (p. 8). En efecto, el trabajo que Oles destaca de Sullivan y Ramírez representa una empresa de muchos años por parte de los académicos que intentaron combinar características geográficas y contextos locales dentro de marcos que van más allá de lo nacional, empresa que resulta a veces irreconciliable.

Con una detallada atención a la especificidad iconográfica y la creación de diálogos entre obras, la propuesta de Oles rinde homenaje a esfuerzos anteriores, al tiempo que busca construir sobre ellos. El modelo de red empleado en Art_Latin_America reconoce las tensiones inherentes al campo y la imposibilidad de determinar cualquier marco fijo. Oles enfatiza la apertura y flexibilidad de su modelo, especialmente al suscribir el poder simbólico de los guiones en el título como «espacios en blanco o puentes» «[que] habilitan varias opciones, permitiendo que el significado permanezca abierto en lugar de cerrado» (p. 8), dentro de su amplio enfoque hemisférico. El ensayo introductorio de Oles, por lo tanto, sirve como guía para la exhibición, pero también como una especie de manifiesto.

La dinámica de estos temas que se entrecruzan se desarrolla en el primer capítulo, «Identidad y territorio», que agrupa trabajos que abordan la heterogeneidad de las poblaciones en la región y que interrogan las cartografías. Iniciando con la icónica y confrontativa litografía de Yolanda López, Who’s the Illegal Alien, Pilgrim? (1978), se establecen los puntos de partida desde una amplia consideración de lo «americano» y el reconocimiento de la tensa historia de la región. Esta sección presenta inmediatamente los temas principales de los territorios en disputa, estableciéndolos como tema. La mirada documental sobre el otro en las representaciones fotográficas de los tipos indígenas mexicanos y peruanos de, respectivamente, Ansel Adams y Nubar Alexanian confronta las estratos estéticos y las historias personales presentes en los autorretratos de Nahum B. Zenil, Tatiana Parcero y Enrique Chagoya. Aunque de épocas claramente diferentes, estos tres trabajos complejizan cualquier comprensión sencilla de la identidad dentro de esta región. Las obras basadas en mapas, a su vez, sitúan la producción artística latinoamericana en un contexto más amplio, alineando las luchas en la región con los problemas mundiales de colonización, comercio, migración y opresión. Aunque los trabajos han sido producidos durante un período de cuarenta años (el último de los cuales fue Landmark de Marco Maggi en 2001), rebosan de una urgente actualidad y obligan al lector a cuestionar la posibilidad de formar opiniones cerradas sobre esta región.

Esta mezcla entre un problema histórico y un desafío actual resuena en cada uno de los temas de los otros capítulos. En «Guerra y pérdida», las imágenes reflejan patrones repetitivos de violencia, tanto política como ideológica. Una amplia gama de objetos le da matices al tema, abordando la destrucción de la guerra, tanto personal como colectiva, mientras señalan la inexorable presencia de hostilidad y brutalidad. «Agricultores y trabajadores», a su vez, muestra la relevancia permanente de este tema, ya sea en fotografías documentales, figuración realista, formas abstractas o de naturaleza conceptual. Frame of Mind de Alfredo Jaar (1987) desafía la percepción e interroga la visualidad, mientras señala las duras condiciones en que los mineros de metal brasileños buscan ganarse la vida; por otro lado, la clasificación iconográfica de Jorge Satorre del mural destruido de Diego Rivera en el Rockefeller Center, analiza los dispositivos propagandísticos del original. Los temas restantes resaltan de manera similar la variedad, las distinciones y las oposiciones características de la región, al tiempo que atienden a las fuerzas que mancomunan.

Además, Art_Latin_America deja en claro objetivos más amplios y diversas afirmaciones historiográficas, entre las que se encuentran el énfasis en la inclusión (específicamente con respecto a las artistas femeninas) y la vitalidad de la cultura impresa. También hay una intención de generar una equidad entre artistas de renombre como los vanguardiastas Rivera o Wifredo Lam, con otros menos conocidos como Victor Rebuffo o Abraham Regino Vigo. Las yuxtaposiciones poco probables, como Lam y Ester Hernández, ofrecen desafíos visuales y proporcionan un contundente disparador para la reflexión. Dicha dinámica peculiar juega con el objetivo articulado en el subtítulo Against the Survey, renunciando a cualquier énfasis en la cronología o en la geografía, para activar e involucrar al lector en un proceso de conocimiento.

Art_Latin_America destaca las obras de la colección del Davis Museum, que aumentaron significativamente desde la década de 1990, cuando Oles se convirtió en curador adjunto allí. En tanto tal, como él mismo admite, la colección tiene sus limitaciones institucionales. No es sorprendente que las obras en papel ocupen un lugar destacado. Algunos temas importantes, como la tecnología, permanecen ausentes, y ciertas ubicaciones geográficas siguen sin estar representadas, como es el caso de América Central, Perú, Paraguay e incluso Brasil y Venezuela, regiones que ya son centrales en la mayoría de las narrativas del campo.

Si bien estas omisiones son comprensibles en una muestra centrada en una colección, el método curatorial ofrece varios caminos a futuro. Art_Latin_America sugiere un modelo discursivo flexible que resalta la riqueza, la complejidad y la evolución constante del campo del arte latinoamericano, en sintonía con la misión de la colección y del Wellesley College: una institución con una tradición histórica en el arte tan rigurosa como innovadora (fue la primera en los EE. UU. en ofrecer una especialización en el campo en 1900 y, para bien o para mal, se hizo famosa por la película de Julia Roberts, Mona Lisa Smile). En consecuencia, el aporte principal de Art_Latin_America es crear diálogos vitales y subrayar el valor del arte como una herramienta de pensamiento crítico muy necesaria en el mundo de hoy, en el que las formas «globales» de pensamiento y la posibilidad de consenso están cada vez más coartadas. De esta forma, señalando la urgencia, sienta las bases para que las instituciones tomen un lugar activo en el uso del arte para visibilizar las estructuras de poder y las desigualdades que originan situaciones como la crisis fronteriza entre Estados Unidos y México y, así, combatir la ignorancia que conllevan el miedo y el odio.