Daniela Bleichmar
Visual Voyages. Images of Latin American Nature from Columbus to Darwin.
Yale University Press, New Haven and London in association with The Huntington Library, Art Collections, and Botanical Gardens. Published with the assistance of the Getty Foundation, 2017, 240 pp, ISBN 978-0-300-22402-3
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> autores
Juan Ricardo Rey-Márquez
Magister en historia del arte argentino y latinoamericano en el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín e investigador del Centro de Investigación en Arte, Materia y Cultura MATERIA, Instituto de Investigación en Arte y Cultura “Dr. Norberto Griffa”, Universidad Nacional de Tres de Febrero (IIAC-UNTREF).
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Juan Ricardo Rey-Márquez; «Visual Voyages. Images of Latin American Nature from Columbus to Darwin. 2017, 240 pp, ISBN 978-0-300-22402-3». En Caiana. Revista de Historia del Arte y Cultura Visual del Centro Argentino de Investigadores de Arte (CAIA). N° 12 | Año 2018 en línea desde el 4 julio 2012.
Este libro es fruto de la exposición homónima realizada en The Huntington Library, Art Collections, and Botanical Gardens(del 16 de septiembre de 2017 al 8 de enero de 2018). Visual Voyagesformó parte del programa Pacific Standard Time: LA/LA en el cual se presentó una revisión del arte latino y latinoamericano, en exposiciones organizadas por instituciones culturales del suroeste estadounidense. El objetivo de la muestrafue proponer nuevas interpretaciones y miradas de la naturaleza latinoamericana, a través de la conexión entre arte y ciencia, teniendo como horizonte la experiencia del viaje. Para su realización las curadoras Daniela Bleichmar y Catherine Hess convocaron a jóvenes investigadores para la recolección y estudio del impresionante material exhibido, con el cual se complementaron las ricas colecciones de historia natural de la Huntington Library.
El libro, de autoría de Bleichmar, contiene cuatro capítulos en los que se desarrolla el vínculo entre la ciencia y el arte en relación con el espacio americano. En el capítulo primero, titulado “Rewriting the Book of Nature”, se inicia el recorrido de la inscripción del ‘Nuevo Mundo’ en el panorama de los conocimientos europeos. Por ello se toma como punto de partida el arribo de Cristóbal Colón a las Antillas. En este apartado se analiza lo que la autora denomina “puesta de la naturaleza americana en grabado”, pensando tal proceso en términos de una re-escritura de los conocimientos geográficos y de historia natural del Viejo Mundo. Allí tuvo importancia la construcción de la noción de ‘testigo ocular’, a partir de las vivencias de cronistas y viajeros. En ese punto entran en escena Gonzalo Fernández de Oviedo, con su obra nutrida de múltiples estancias en América, así como André Thevet quien cimentó su autoridad con su viaje a la Bahía de Guanabara, aunque su obra toma testimonios debidos a múltiples viajeros dada su breve estadía en la Francia antártica. De otra parte se trata el problema de lo natural desde la visión americana, en los códices mesoamericanos, intraducibles a pesar de su bilingüismo, así como los pedidos de la administración española de aprovechamiento de materias útiles producidas en las posesiones de ultramar. Aquí toma presencia el médico toledano Francisco Hernández, quien con su obra dio respuesta al problema reconociendo los conocimientos mesoamericanos en su propia lengua. El capítulo se cierra con el análisis de las ediciones de la obra hernandiana, sus ecos y su silencio por resguardo de los arcana imperii.
El segundo capítulo, “The Value of Nature”, inicia con el ingreso de materias primas americanas al mercado mundial en el siglo XVII: papas, cochinilla, chocolate, tabaco… y con estos productos prácticas asociadas a su consumo. Pero lejos de quedarse en este asunto, la autora se embarca en una discusión sobre términos como valor y virtud, desde una óptica religiosa. De esta manera presenta el debate sobre las miradas contrastantes de América como paraíso o infierno al comparar imágenes de la barbarie indígena –en ediciones ilustradas por Theodore De Bry- con una pintura colonial quiteña, datada hacia fines de la colonia en la que se americaniza el pasaje del diluvio universal. De regreso a las materias primas, Bleichmar se adentra en la recepción de la farmacopea botánica americana a través de la obra del célebre Nicolás Monardes, cuyas obras fueron leídas ávidamente en Europa. De allí surgen los debates sobre las virtudes y peligros de materias como el tabaco, la aceptación del cacao (al que la autora confunde con el chocolate) y el triunfo de la cochinilla como colorante, teniendo en cuenta las disputas entre las potencias coloniales para su control y su estudio, así como su naturaleza. Al final se retoma el toposde la disputa americana en términos de moral cristiana, con ejemplos notables como la flora en la Rethorica Christiana o las lecturas simbólicas de las pasionarias y la disputa de su simbolismo en Europa.
El tercer capítulo “Collecting: from Wonder to Order”discurre sobre el fenómeno del coleccionismo europeo de naturalia en la modernidad temprana, desde los gabinetes de curiosidades hasta los trabajos en ilustración científica entre los cuales se distingue el Museo Cartaceo. En cuanto a los repertorios visuales de la flora y la fauna, la autora inicia con la colonia establecida por la Casa de Nassau en el Brasil, representada por las esplendorosas imágenes de Albert Eckhout y la Historia naturalis BrasiliaedeWillem Piso y Georg Marcgraf. En la parte final Bleichmar retoma en parte su trabajo sobre las expediciones científicas hispanoamericanas en Visible Empire: Botanical Expeditions and Visual Culture in the Hispanic Enlightenment.[1] Pero no se queda en la cita de sus investigaciones sobre Linneo y sus seguidores hispanoamericanos, sino que avanza con la adición de la expedición brasilera de José Mariano da Conceição Vellozo y Alexandre Rodrigues Ferreira y los estudios de flora y entomología de Maria Sibylla Merian en la colonia holandesa de Surinam. En estos casos no solo fueron los viajeros o expedicionarios los productores de conocimiento in situ, sino que con las obras se hizo transportable la naturaleza americana a los estudiosos del Viejo Mundo.
En el capítulo final “New Landscapes”, se presenta el caso de la transformación de la mirada de América en el siglo XIX, gracias a la figura de dos prominentes científicos que dedicaron su obra al Nuevo Mundo como un todo. Nos referimos a Alexander von Humboldt y Charles Darwin, cuya extensa y conocida obra nos exime de mayores presentaciones y análisis que excederían los límites de una reseña. Baste con decir que a partir de estos dos autores, la mirada hacia América no volvió a ser la misma y la vieja disputa sobre las virtudes y defectos del continente quedó eclipsada ante los alcances de ambos naturalistas, vertidos magistralmente en imágenes por múltiples colaboradores y seguidores. De la escuela de paisaje de Humboldt, suele resaltarse la presencia en América de artistas como Johann Moritz Rugendas, pero no siempre se menciona el caso de otros científicos como lo fuera Darwin en tanto viajero y explorador. Con ellos se estableció una mirada particular al paisaje, surgida de conceptos como lo sublime y lo pintoresco, que va a encontrar en la obra de José María Velasco –sin duda– uno de sus mejores exponentes americanos.
Después de esta sucinta presentación del temario de cada capítulo, solo restan algunas consideraciones generales para lectores de Brasil e Hispanoamérica. La autora dirige su texto al público norteamericano con el tono didáctico propio de una exposición. En este sentido es comprensible la pretensión de lograr el mayor alcance posible de audiencia, lo cual explica el uso de un lenguaje llano. Este recurso hace amena la lectura de los capítulos, aunque los hace ver un tanto faltos de rigor histórico. Como se puede advertir en la introducción, hay una tensión con la categoría de lo ‘americano’ pues para el público estadounidense se refiere a su país más que a un continente. Por ello la autora acude al término ‘latino’, aún bajo el riesgo de desconocer las variantes de las presencias lusa, hispánica, francesa y holandesa, las cuales no se pueden reducir a la categoría de latino, tan equívoca como puede llegar a ser. Por ejemplo la religiosidad católica aparece como un aspecto ‘latino’ en vez de una característica compartida entre América y una porción considerable de Europa; además parecen borrarse las notables diferencias entre los espacios dominados por Portugal y España. Por ejemplo, es clave pensar en el tratado de Tordesillas y el papel jugado por el Vaticano para dirimir un conflicto entre dos coronas católicas; igualmente es clave pensar en el Requerimientocomo piedra angular del avance español en Indias. Así mismo, al hablar de la Francia antártica es necesario tener en cuenta que dicha colonia no era católica, sino de hugonotes. Por lo mismo, implicaba un desconocimiento de la autoridad papal. Así que el trasfondo católico de las pretensiones colonialistas, lejos de ser homogéneo, mostraba disputas de poder notables. Esto ya lo señaló Barbara Stafford al estudiar los dispositivos de exhibición de la ciencia en Artful Science,ostrando en esa oportunidad discusiones entre el norte protestante y el sur católico respecto de la educación visual y el uso/abuso de las imágenes en general.[2] Pero no se debe recaer en una lectura injusta tendiente a minimizar los alcances de una exposición, sino mejor comprenderla como un ensayo histórico sobre el nexo entre arte y ciencia en América. El único error lamentable es el de adjudicarle a José María Carbonell obras de la iconografía mutisiana, cuando éste fue un escribiente de la Expedición Botánica y no formó parte de la Oficina de Pintores.
En suma, se trata de un trabajo notable por la selección de piezas, por el esfuerzo de reunir colecciones tan valiosas –muchas de ellas exhibidas por primera vez en Estados Unidos– y por la valiosa oportunidad que se abre al divulgar este tipo de materiales, normalmente ignorados por la historia del arte. Seguramente este libro, junto con la exposición de la que surgió, serán un hito para posteriores trabajos sobre el nexo entre arte y ciencia en el espacio americano.
Notas
[1] Daniela Bleichmar, Visible Empire: Botanical Expeditions and Visual Culture in the Hispanic Enlightenment, Chicago, University of Chicago Press, 2012
[2] Bárbara Stafford, Artful Science. Enlightenment Entertainment and the Eclipse of Visual Education, Cambridge, Mass. / London, MIT Press, 1994.